La cultura BriBri, arraigada en las profundidades de la selva de Talamanca, combina de manera única la medicina herbal y la sanación espiritual. Para los BriBri, las enfermedades pueden provenir de espíritus malignos que llegan desde el océano al oeste, de comportamientos inmorales de la persona o de brujería practicada por vecinos envidiosos. Para sanar, los Awapa, o chamanes, deben aprender canciones únicas.
Durante el proceso de sanación, el chamán entona cánticos en honor a la trinidad espiritual, que incluye al espíritu de la planta utilizada, la enfermedad y la persona enferma. Establece una conexión, inicia una conversación y finalmente convence a la enfermedad de abandonar al paciente con la ayuda del espíritu de la planta. Así, el chamán actúa como negociador, evitando que los espíritus causen daño a los habitantes de Talamanca. Estas prácticas curativas se conocen como "Seképeyok" en la lengua BriBri.
Cada chamán imprime su subjetividad en las prácticas de sanación, lo que hace que varíen de una comunidad a otra. El primer paso para la curación es el uso del "siä", que implica ayunos y medicinas. Se establecen regulaciones y dietas según la enfermedad que padezca la persona. Los BriBri creen que, durante el proceso de curación, los espíritus consumen el cuerpo y la sangre del enfermo. Este método de sanación natural basado en el chamanismo ha llamado la atención del mundo occidental, y cada vez más personas lo visitan en busca de sanación o consejo.
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